Día 32: Mastering: ¿ezoquéloqueé?

El compresor, ayer, masterizando el "Nada que ver"

Y por fin, llegamos al final del proceso: El Mastering.
Con este concepto se define el trabajo final que se le da a una mezcla de audio, desde poner todos los temas de un disco al mismo volumen, y ecualizarlos, cortando los principios y los finales, haciendo los "fade outs", y estableciendo el orden en el que se van a escuchar, hasta cosas más complejas, como corregir problemas de una mala mezcla, por ejemplo, una voz demasiado baja, o tratar de crear una sensación estética con el tipo de compresión. Por ejemplo, los discos de rock americanos de los últimos años están súper apretados (comprimidos), todo suena alto todo el tiempo, mientras que una grabación de una orquesta sinfónica evita la compresión.

Resumiendo, otro paso más, difícil, y aunque no muy conocido, fundamental para tener un buen disco.

Desafiando mandatos divinos en estos tiempos tan fundamentalistas masterizamos ayer, que era domingo. Como es natural, en Infinity, el estudio en el que habíamos estado el año pasado, prácticamente la casa de Dani, y donde hemos grabado todos los discos y las maquetas de Super Skunk.

Empezamos por la mañana, pasando las mezclas por un compresor estéreo, con su EQ, todo de válvulas, todo analógico, y usando de referencia la curva de ecualización de "Stiff upper lip" de AC/DC nos pusimos a trabajar con "De Agua".
Cuando Dani consiguió una curva bastante chula, empezamos a usar de Agua como referencia para el resto de nuestros temas.

Por cierto, hicimos una edición (un corta-pega) en Nada que ver, había una parte del tema que no nos convencía así que la hemos suprimido, y sustituido por un estribillo. Si es que no nos podemos estar quietos.

A media tarde, habíamos terminado, así que fuimos a casa de Alcover a hacer unas copias del Master y a escuchar el resultado en un equipo hi-fi.

Y ahora, la barrila de la semana:
Confieso que la sensación de que un muro se alza entre nuestra música y las compañías, las radio fórmulas, y demás canales de la industria resulta muy positiva a la hora de trabajar.
Me explico: Independientemente de la calidad del disco, al margen de que suene más blando, o comercial, o agradable, las puertas están cerradas. Porque nosotros no vamos a meter en el bolsillo de nadie ni un sobre ni un tres por ciento. Es más, si nos abriéramos paso gratis, los que están pagando reclamarían, por lo que no sólo no nos van a facilitar las cosas, si no que si pueden, nos van a joder.
Por si alguien no lo sabe, las radio fórmulas cobran sistemáticamente a las compañías por promocionar sus productos. Es curioso, creía que la publicidad en los medios de comunicación estaba regulada...¿hay algún abogado idealista* leyendo esto?
Por tanto, resulta positivo saber que podemos hacer el disco que nos da la gana, que lo único que importa es que nosotros quedemos satisfechos con él. Nosotros y vosotr@s, claro, por que os confesaré un secreto.
Podéis hacer que las cosas cambien.
¿Cómo? Dando la vara. Apoyándonos.
Es triste, pero el único lenguaje que entiende el mercado es el de los números. Nosotros sólo somos el público que nos apoya, apenas unos centenares de personas. Así que para ese mundo, tanto la banda como su seguidores somos insignificantes... El sentimiento es recíproco. No los necesitamos. En realidad deberíamos mandaros un contrato discográfico a todos vosotr@s, para que nos fichéis, por un número de discos indefinido. A cambio, sólo os pedimos que invirtáis un poco de dinero en los Cd´s y los conciertos. Y que nos cuideis y nos defendáis, que nos sintáis como algo propio. ZIA: ¡Queremos ser tu banda de rock!

Pese a todo su dinero, y su arrogancia, quienes manejan esto, y no me refiero a toda la gente de las compañías ni mucho menos, sino tan sólo a los cuatro a los que les va lamentablemente bien, no saben ni por donde empezar para hacer un disco como éste. Ni falta que les hace, se ríen y dicen "Muy bonito el disco, pero te lo vas a meter por ahí".
Ya veremos quien le mete que a quien, y ¡por donde!

*No, no es un oxímoron.